Santa Carolina

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Santo tu cuerpo maltratado por este mundo acabado.

Benditos los frutos de tu vientre que siempre fueron lucha y convicción.

Perdónanos, Santa Carolina.

Bendito el pueblo que te conoció y tu amor sintió.

Benditas tus manos trabajadoras.

Bendita vos.

Perdónanos por fallarte, Santa Carolina.

El agua no te hizo santa. Lo sos porque así fuiste creada. 

Creación perfecta y pensada desde antes del inicio del mundo.

Perdónanos, Santa Carolina.

Santa Carolina, tu pobreza, y sufrimiento no fueron un don del Espíritu.

Fueron la consecuencia de un sistema viciado y un reino espiritual desarmado. 

Perdónanos por fallarte, Santa Carolina.

Perdónanos. A los que no te vimos.

Perdónanos. A los que vimos y no hicimos nada.

Perdónanos. A los que no vimos porque no nos interesaba.

Perdónanos. A los que creímos verte solo para intentar cambiarte.

Santa Carolina, pasaste tus últimos momentos disfrazada.

Te vendieron redención y recibiste humillación.

Tu cuerpo fue abatido por una enfermedad,

pero recibió su estocada final al no ser honrado en su verdad.

Perdónanos por fallarte, Santa Carolina.

Ya estás en la Gloria que mereces.

Espero que recibas la compasión que siempre necesitaste.

Qué dolor que en vida no la experimentaste.

Entra en el seno de tu Señora.

Sofia Vargas Sandoval